Llega el verano y el buen tiempo. Nos apetece irnos a la playa y compartir momentos inolvidables con nuestras mascotas. Pero, ¿conocemos de verdad los riesgos de esta época para ellos y sabemos como evitarlos o solucionarlos?
♦ GOLPE DE CALOR
Se trata de una situación de gravedad para la salud que podría resultar fatal, desembocado en la muerte de nuestro animal.
Para prevenirlo aconsejamos evitar las horas de máxima actividad solar, por lo que se aconseja aprovechar las primeras horas de la mañana y ultimas de la tarde para los paseos y ejercicios diarios, asegurándonos que nuestro animal esta bien hidratado. Nunca dejarlo sin supervisión dentro del coche.
¿Cómo se si mi perro esta sufriendo un golpe de calor? El síntoma más evidente es el jadeo intenso y excesivo, ataxia o incoordinación e incluso pérdida de la consciencia. Si observamos las encías, estas tienden a tener un tono más rojizo de lo normal.
Ahora bien, si esto ocurre, lo primero que deberíamos hacer es trasladar a nuestra mascota a una zona a la sombra, proporcionar aire fresco y usar toallas mojadas con agua fría en la zona de cabeza, cuello, pecho y axilas. Si tenemos alcohol podemos también humedecer las almohadillas. Ofrecer agua fresca para beber también es importante.
Una vez estabilizada debe visitar al veterinario el cual va a realizar una exploración exhaustiva e informará de las medidas necesarias para evitar complicaciones secundarias.
♦ QUEMADURAS SOLARES
Los animales son susceptibles a los rayos ultravioleta del sol y aunque su cuerpo esta cubierto por pelo es conveniente proteger las zonas más sensibles con un protector solar para mascotas.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que el pavimento o las aceras son zonas que acumulan mucha temperatura y las almohadillas de nuestras mascotas podrían sufrir quemaduras si no evitamos las horas mas calurosas.
♦ ALERGIAS
Desde primavera y en verano empezamos a encontrarnos con problemas alérgicos.
Cuando un perro presenta una alergia cutánea comienza a manifestar una serie de comportamientos que nos darán la pista de lo que sucede. El más evidente es el prurito o rascado. Como consecuencia de este rascado continuo podemos encontrarnos en piel lesiones por rascado y descamación.
Esta situación requiere una visita al veterinario el cual va a realizar un diagnóstico diferencial del posible cuadro prurítico e instaurará las medidas terapéuticas y profilácticas más adecuadas para cada caso.
También aparecen con frecuencia alergias por picadura de insectos con un cuadro de reacción alérgica aguda el cual requiere atención urgente por el veterinario.
♦ EL AGUA SALADA
Cuando los perros visitan la playa van a necesitar beber agua dulce, pero algunos sacian su necesidad con el agua salada.
El problema de esta ingesta es que normalmente este agua causa vómitos, diarrea y deshidratación. La ingesta de agua salada acompañada normalmente de arena de playa exacerba el daño en la mucosa gástrica e intestinal pudiendo causar molestias abdominales, decaimiento y anorexia.
Para evitarlo debemos llevar siempre agua dulce, la cual deberemos ofrecer con frecuencia. Aún así, si el problema ocurre gastrointestinal ocurre deberíamos acudir a un veterinario para el tratamiento de los síntomas.
♦ MEDUSAS
La picadura en los perros son tan dolorosas como en las personas y por el carácter juguetón y curioso de ellos son más susceptibles de ser picados por una medusa. Existen localizaciones que son más propicias para la picadura como son la trufa, la cavidad oral, la cara interna de las orejas, abdomen y región inguinal (zonas mas desprovistas de pelo).
¿Qué signos voy a notar? Podemos ver lesiones que van desde dolor, eritema, edema, prurito o pápulas, hasta síntomas generales como apatía o dificultad respiratoria.
¿Qué debo realizar si mi perro sufre una picadura por medusa? La mejor manera de actuar es acudir de forma urgente al veterinario más cercano el cual va a poder establecer el tratamiento más oportuno, pero mientras debemos evitar que nuestro animal se toque o se rasque, retirar los restos (con mucho cuidado) y limpiar con agua salada. Si tenemos a nuestra disposición hielo podremos aplicar directamente frío local (a través de una toalla para no dañar la piel) para conseguir cierta anestesia de la zona.
♦ LOS PARÁSITOS EXTERNOS
Con la subida de las temperaturas sabemos que los parásitos externos aumentan su actividad, siendo más fácil encontrar pulgas, garrapatas y mosquitos.
El problema no solo radica en la picadura o la infestación por estos parásitos, si no también en la posible transmisión de enfermedades como filaria, leishmania, ehrlichia, dipilidiasis… entre otras.
La mejor manera de evitarlo es actuando de forma preventiva con una buena protección frente a parasitosis externas (repelente de garrapatas, pulgas, mosquitos y flebotomos). También recordaros que existe una vacuna preventiva frente a la filariosis y frente a la leishmania, de la que podéis informaros, si estas interesados, en nuestra clínica.