La Toxoplasmosis es una enfermedad producida por un parásito , llamado Toxoplasma gondii, que vive dentro de las células. Se estima que 4 de cada 10 personas han sido infectadas en algún momento de su vida por este parásito, en la mayor parte de los casos no se produce ningún síntoma o éstos son muy leves, debido a que el sistema inmunitario del individuo controla la infección. No obstante hay dos grupos de riesgo en los que la enfermedad puede ser más grave, las mujeres embarazadas, ya que puede afectar al feto, y las personas inmunodeprimidas, ya que tienen su sistema inmune no es competente.
Para entender cómo se contagia la enfermedad es necesario conocer el ciclo vital del parásito:
- El parásito adulto vive en el intestino del gato previamente infectado.
- A partir de estas formas adultas se originan los huevos que se eliminan con las heces del gato, y que tardan en ser infectivos entre 1 y 5 días, por lo que las heces recientes no tienen capacidad de contagiar la enfermedad.
- Una vez los huevos en el medio pueden resistir en condiciones adecuadas hasta 18 meses.
- Los mamíferos , incluidos el hombre, y las aves se infectan cuando ingieren los huevos ya infectivos.
- El sistema inmune del hospedador obliga al parásito a enquistarse para defenderse, principalmente en músculo y cerebro, evitando que se propague. Si las defensas del individuo bajan la infección se reactiva.
- Otra vía de infección para mamíferos y aves es la ingestión de carne de animales con quistes de Toxoplasma.
- El gato se infecta por ingestión de huevos del parásito en el suelo contaminado por heces de un gato infectado o por comer carne con quistes, como cuando cazan ratones o comen carne cruda.
- Los gatos generalmente eliminan el parásito una sola vez en la vida, cuando se infectan por primera vez. Eliminan huevos durante 2 o 3 semanas.
Así pues, es muy improbable que un gato se contagie salvo que tenga acceso a la vida exterior y cace, o bien coma carne cruda o mal cocinada. Es muy improbable que en un gato que lleva años viviendo en casa , y que come una dieta comercial pueda transmitir la enfermedad.
Las personas se contagian por consumo o manipulación de carne cruda o poco cocinada, por contaminación con heces de gato infectado de vegetales, tierra de jardín, utensilios de jardinería, etc.
No obstante, como hemos explicado , en la mayoría de las personas, el contacto con el parásito no conlleva ningún riesgo. Esto no es así si estamos embarazadas y entramos por primera vez en contacto con el parásito durante el embarazo, ya que en ese primer contacto, nuestro sistema inmune no estará preparado , y permitirá que el parásito llegue al feto pudiendo provocarle problemas más o menos serios en función de la edad de gestación. Si ya , con anterioridad al embarazo , hubiéramos tenido contacto con el parásito, no existirá riesgo para el feto.
Además si una persona está inmunodeprimida como en el caso de los pacientes infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana, la enfermedad puede ser grave.
Así pues, estos serían los puntos clave y las medidas de prevención:
- El principal foco de infección es el manejo y consumo de carne cruda o mal cocinada.
- Sólo existe riesgo en la mujer embarazada si no tuvo contacto previo al embarazo con el parásito, o sea, si no tiene anticuerpos frente a este parásito.
- Si no se tienen anticuerpos frente a esta enfermedad se debe comer la carne bien cocinada, lavarse bien las manos después de manipular carne cruda, lavar muy bien la verdura y fruta cruda, hervir el agua si proviene de un ambiente que pudiera estar contaminado, lavarse muy bien las manos después de trabajar en el jardín.
- No permitir el acceso al exterior de los gatos , para evitar que cacen.
- No permitir que los gatos coman carne cruda o mal cocinada.
- Limpiar la caja de arena del gato todos los días , y periódicamente con agua hirviendo, y que sea otra persona la que limpie la arena del gato, o hacerlo con guantes y mascarilla.
- Lavarse bien las manos tras manipular la bandeja o al gato con agua caliente y jabón.
- No entrar en contacto con gatos desconocidos.
Por último, recordar que ni los perros , ni los pájaros transmiten la Toxoplasmosis, salvo que… ¡te los comas!.